Incluso sin adentrarse en el interior de esta casa, Paolo Moschino y Philip Vergeylen quedaron prendados de la misma y quisieron comprarla sin ni siquiera haber puesto un pie dentro. Situada en Sussex, a tan sólo una hora en tren de Londres, la pareja vió en esta propiedad su casa de campo soñada. Aunque reconfigurasen el interior, sin embargo han mantenido algunos de los elementos originales que aportan ese carácter rústico tan especial: suelos de madera, vigas en los techos…si a esto sumamos las numerosas antigüedades, diferentes muebles y la mezcla de estilos, pronto nos daremos cuenta que no estamos ante la “típica casa de campo inglesa”, más allá de estereotipos los diseñadores han creado un refugio con gran personalidad donde el eclecticismo funciona a las mil maravillas. ¡Espero que os inspire tanto como a mi!