¿Se puede vivir rodeado de obras maestras en un hogar contemporáneo? La respuesta sería rotundamente afirmativa si echamos un vistazo al piso madrileño de Manolo March. Su abuelo, el banquero Juan March, fue un gran coleccionista, tradición que siguió el padre de Manolo, Bartolomé, quien amasó una importante colección que incluía cuadros de Velázquez, Picasso, Monet o Van Gogh.
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En el salón, diván hecho a medida con cashmere de Loro Piana, esculturas de Brancusi e Igor Mitoraj y cuadro de Santiago Castillo. |
Algunos de sus recuerdos de niñez son un impresionante cuadro de Goya en la casa de Madrid asi como esculturas de Henry Moore y Barbara Hepworth en el jardín de la casa familiar de Mallorca. No es de extrañar que Manolo escogiese estudiar Historia del Arte en Nueva York. Lo cierto es que March ha estado siempre rodeado de belleza y su propia casa no podía ser menos.
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March en el hall con escultura de Jean Arp. |